Es difícil interpretar qué hay detrás del río revuelto de la política peruana estos primeros días del 2019. La voluntad por evitar a como dé lugar que se concrete el acuerdo con Odebrecht parece ser el hilo de la madeja. El acuerdo traerá pruebas de coimas en obras de infraestructura que hundirían a los pesos pesados de la corrupción en el Perú.  

Sin embargo, el impacto de la documentación que llegue de Brasil no será igual en el Apra y el fujimorismo. Tienen razón los fujimoristas cuando hacen notar que el acuerdo con Odebrecht se refiere a coimas en proyectos realizados cuando ellos no han sido gobierno. El Apra, en cambio, sí ha sido gobierno recientemente y vaya que hizo negocios con Odebrecht. El impacto de las revelaciones tiene un potencial devastador mucho más fuerte en el Apra.

Da la impresión de que, en el medio del desmadre generado por Chavarry, se está produciendo un quiebre en la alianza Fuerza Popular – APRA. Esta alianza se basaba en el control del Congreso y el aparato de justicia que ofrecían, respectivamente, ambos partidos. Desde ahí se podía defender intereses, hacer oposición y garantizar la protección judicial (o impunidad) en el mar de revelaciones del caso Lava Jato. El destape de “Los Cuellos Blancos” quebró esta dinámica. Con la eliminación del CNM y el golpe político del referéndum, ambos partidos perdieron credibilidad ante la opinión pública pero, de forma significativa, perdieron peso en los aparatos de justicia. El Apra, además de tener enormes pasivos, tendría ahora poco que ofrecer en la alianza.

El Apra necesita más a Fuerza Popular de lo que Fuerza Popular necesita al Apra. Keiko expresó su apoyo al proyecto de ley de Vizcarra para que se reorganice el Ministerio Público con ánimo conciliador: “Si algo he entendido en todo este tiempo es que el fuego se apaga con agua, no con más fuego”. Sus seguidores más emblemáticos en las redes sociales marcaron tajante distancia con ella y desde el Apra le dijeron que opina sin haber leído el proyecto. La posición del Apra es que el proyecto de Vizcarra es inconstitucional y que el acuerdo con Odebrecht debe hacerse de conocimiento público. Es decir, promueven que se haga público a sabiendas de que dar a conocer un acuerdo reservado significa sabotearlo. Se les ve desesperados por evitar que se conozcan las revelaciones de Odebrecht.

Mi impresión es que Keiko entendió que la movilización ciudadana será contundente para vigilar que se sepa la verdad en el caso Lava Jato. Las revelaciones son inevitables. Fuerza Popular tiene muchísimos temas oscuros, pero la relación con Odebrecht no es ni por asomo el principal. Están pagando más que el resto sin ser en realidad los principales implicados (repito: sus problemas más complicados son otros, lo de Odebrecht es más bien light para sus estándares). En términos judiciales, es probable que, en lo referido a Lava Jato, ya se conozca lo peor sobre la relación Fuerza Popular - Odebrecht. En el Apra, en cambio, hay mucho más por conocer sobre, por ejemplo, la Interoceánica y el metro de Lima. Está por verse si Fuerza Popular tiene los incentivos suficientes para cargar con ese pasivo ajeno.